lunes, 18 de julio de 2011

COMIENZA OTRO SITIO DE ZARAGOZA

Mañana da comienzo la seguna fase de las obras de la primera, y esperemos que única, linea del tranvía.
Siete kilómetros de obras de golpe durante 19 meses, calles principales cortadas y por las que nunca más volverá a pasar un coche, como César Augusto. El centro de Zaragoza casi cerrado a cal y canto para los vehículos.
Todo en pro de un proyecto que unos defienden y otros muchos critican y que, aparte de su idoneidad o no en favor de una movilidad adecuada, nos va a costar un ojo de la cara.
El altísimo precio que va a pagar la ciudad no se va a ver reflejado en una mejora de la movilidad global de la ciudad, sino que afecta a una zona en concreto.
Pero además, este tranvía no viene para dar alternativas de movilidad, sino que llega para imponerse sobre otros medios de transporte como el coche o el autobús. Un autobús, dicho de paso, que era ejemplo de servicio en España hace unos años y cada vez va a peor.
A partir de mañana Zaragoza será distinta, para algunos mejor, pero creemos que muchos no han sopesado cómo quedará el proyecto finalmente, las molestias, el coste económico y la irreversibilidad de esta obra. Símplemente se escudan en lo que hay en otras ciudades (donde se ha planteado de otra forma), en una manida sostenibilidad y en un ecologismo demagógico.
Mientras, los comerciantes, las personas mayores y con movilidad reducida y todos los que viven en el centro, entre otros muchos, serán (seremos) los damnificados.
Si lo que el alcalde pretende con esta obra es que lo recordemos por muchos años, lo va a conseguir, nos acordaremos de él por décadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario