A principios de año el Ayuntamiento decidió subir el autobús urbano, el billete de la tarjeta bus, por ejemplo, subió un 12%. La razón de este subidón se justificó desde el consistorio en que con esa medida se iba a dar gratis el abono a los parados.
Hasta aquí todo bien, pero nos parecía que tenían que ser muchos los parados que se beneficiasen de una subida que iban a pagar solidariamente todos los demás usuarios.
Ahora bien, las condiciones para acceder a ese "bonobus social" son tales que a día de hoy son unos 500 los parados que se han acogido a esa medida cuando el Ayuntamiento estimó que serían 10.000 y es que sólo el 20% de los solicitantes cumple los requisitos marcados.
Para empezar los parados y, repetimos, no todos tienen derecho a la bonificación el 90% en el abono de tres meses y sólo en él. De forma que no es el abono de viaje que más se consume, no se ha optado por otro tipo de descuentos más populares, si a esto unimos que el parado tenga que reunir unas condiciones concretas está cantado el fracaso de la iniciativa o a lo mejor no interesaba que triunfara.
No hay que hacer muchos números para intuir que entre lo que recauda de más por todos y cada uno de los viajes que se hacen a diario en los autobuses (la subida sólo tenía que haber sido de IPC del transporte) y lo gastado en la subvención hay una diferencia que el Ayuntamiento se echa "a la saca".
¿Estamos ante una medida recaudatoria dirigida a la clase media-baja escudada en la supuesta solidaridad con los desempleados? Si I.U. y P.P. han coincidido en la misma crítica quizá sea cierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario