martes, 19 de julio de 2011

..Y LLEGÓ EL CAOS

El alcalde de Zaragoza, dentro de su magnanimidad, ha decidido contentar a los que apostaban por el bulevard en Independencia y ahora tendremos aceras anchas, como querían algunos, y bulevard, como querían otros ya que por él irá el tranvía.
Al margen de las ironías. Este era el aspecto que presenta desde hoy el Paseo de Independencia y la Plaza de España por culpa del inicio de la segunda fase del tranvía.
Únicamente un carril de bajada para el tráfico y escasos pasos de peatones para poder cruzar de un lado a otro en la zona más comercial y de negocios de Zaragoza.
Y para año y medio por lo menos.
La movilidad en Zaragoza es impuesta; el ciudadano tiene cada vez menos libertad para elegir la forma, tiempo y ruta que elige para ir a su destino porque se favorece una alternativa en detrimento de las demás.
Una movilidad eficaz es la que permite ir de A a B sin tener que pasar por C y utilizando el método de transporte más rápido y eso en Zaragoza es una quimera.

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