Hoy publica Heraldo la noticia de que a partir del 15 de enero se podrán celebrar bodas civiles en lo que fue la Expo, concretamente en el edificio de ceremonias, en el Parque del Agua. De momento.
Según reza la noticia: "La empresa adjudicataria del complejo y que también regenta el restaurante El Cachirulo está ultimando las obras para que todo esté en perfectas condiciones el próximo día 15...La tasa que hay que abonar por casarse en el pabellón asciende a 125 euros...Por otro lado, El Cachirulo se encarga de la gestión del restaurante Espacio Ebro, situado junto al pabellón de celebraciones y que está pensado para los banquetes y eventos de todo tipo".
Dejadme que me ría por no llorar.
No se había construído ni un sólo pabellón de la expo y en una visita a las obras para la prensa un responsable del proyecto ya nos explicó: "ahí irá un pabellón para hacer bodas civiles y banquetes que LLEVARÁ EL CACHIRULO".
¿Era adivino este hombre? No se había hecho todavía el concurso público para adjudicar el espacio.
¿O se convocó un concurso con las condiciones necesarias para que el Cachirulo se lo llevara como ocurrió con el Naútico?.
A mi me da igual que lo haga el Cachirulo como si es el Calamar Bravo.
Pero esto es como lo de algunas grandes obras; se trocean para que no haga falta llevarlas a concurso y poder adjudicarlas a dedo. Haced cuentas de, por ejemplo, cuantas vallas tienen el logo de Mariano López Navarro.
La práctica no es sólo aquí, es un mal endémico de este país, posiblemente sea legal pero huele.
Como muestra, desde 2007, de los concursos públicos de concesiones municipales (al menos las de hostelería)de ocupa DESARROLLO EXPO, con lo que en SERVICIOS PÚBLICOS no informan soble ellos (no saben nada, vamos).
ResponderEliminarAdemás, por lo que sea (no se si es lo normal, lo dudo realmente) no anuncian NINGUNO en el BOPZ.
Además, para asegurarse de que sólo pueden acceder a la concesión grandes empresas, las condiciones económicas son leoninas. Ya sea por que el concesionario acepta hacerse cargo de la construcción del garito (de 120.000€ a 300.000€), o, sencillamente, por lo caro del canon (ejemplo, el restaurante de Valdespartera, 30.000€ anuales como precio de salida de la subasta). Está claro que no quieren que los POBRES afeemos "sus" garitos.