Según publica hoy El Periódico de Aragón, el Excelentísimo (el tratamiento es obligatorio en protocolo aunque no da la condición) Ayuntamiento de Zaragoza quiere "pacificar" más de medio centenar de calles de Zaragoza para ello, entre otras medidas, va a poner el límite de velocidad a 30 km/h.
Esto ya está en el Paseo Independencia y la Plaza de los Sitios y ahora se quiere implantar en otras calles, sobre todo del centro.
Para ello, va a buscar asesoramiento en el Observatorio de la bicicleta (¿ein, no estábamos hablando del coche?).
Y va a invertir..........300.000 euros en limitar la velocidad de 50 a 30. Repito, 300.000 euros. ¿En qué? Espero que no se les ocurra poner badenes que destrozan los amortigüadores y la mitad de los que ya hay no superan la normativa.
En la ordenanza sobre la circulación de peatones y ciclistas aparece lo siguiente:
Se considerarán vías pacificadas, entre otras, y se señalizarán como tales con la correspondiente limitación de velocidad, todas aquellas calzadas de la ciudad que dispongan de un único carril de circulación, independientemente de que existan bandas de aparcamiento en una o ambas márgenes de la calzada.
Las bicicletas tendrán prioridad, conforme a lo establecido en el artículo 29 de esta Ordenanza, cuando circulen por las vías pacificadas.
A alguien le resulta difícil hacer convivir la bicicleta, el coche y los peatones; como es un trabajo de mucho pensar, han optado por la opción más progresista que no de progreso, dar prioridad a la bici sobre todos los demás.
Desde aquí, como me desplazo con coche, bici, bus o andando según me convenga, considero que esa prevalencia de la bici es antinatural, por una simple razón de peso.
Los elefantes no ceden el paso a las hormigas y, aunque la ciudad no debería ser una selva, lo es. Así que cuidadín.
Por fin se consiguió que los carrile bici sirvieran para algo más que para pasear y ya empiezan a llevar a sitios algo más que turísticos, pero la penetración del fenómeno de la bicicleta en la ciudad no se está llevando con criterios globales de mobilidad.
Por ello, alerto de una posible fractura social entre ciclistas, conductores y peatones, que se está empezando a ver en las calles y que, más allá de broncas ocasionales, puede derivar en algún suceso grave el día que ocurra un accidente. De esa polarización tienen mucha culpa nuestros representantes al favorecer a unos grupos y marginar a otros.
Esto ya está en el Paseo Independencia y la Plaza de los Sitios y ahora se quiere implantar en otras calles, sobre todo del centro.
Para ello, va a buscar asesoramiento en el Observatorio de la bicicleta (¿ein, no estábamos hablando del coche?).
Y va a invertir..........300.000 euros en limitar la velocidad de 50 a 30. Repito, 300.000 euros. ¿En qué? Espero que no se les ocurra poner badenes que destrozan los amortigüadores y la mitad de los que ya hay no superan la normativa.
En la ordenanza sobre la circulación de peatones y ciclistas aparece lo siguiente:
Se considerarán vías pacificadas, entre otras, y se señalizarán como tales con la correspondiente limitación de velocidad, todas aquellas calzadas de la ciudad que dispongan de un único carril de circulación, independientemente de que existan bandas de aparcamiento en una o ambas márgenes de la calzada.
Las bicicletas tendrán prioridad, conforme a lo establecido en el artículo 29 de esta Ordenanza, cuando circulen por las vías pacificadas.
A alguien le resulta difícil hacer convivir la bicicleta, el coche y los peatones; como es un trabajo de mucho pensar, han optado por la opción más progresista que no de progreso, dar prioridad a la bici sobre todos los demás.
Desde aquí, como me desplazo con coche, bici, bus o andando según me convenga, considero que esa prevalencia de la bici es antinatural, por una simple razón de peso.
Los elefantes no ceden el paso a las hormigas y, aunque la ciudad no debería ser una selva, lo es. Así que cuidadín.
Por fin se consiguió que los carrile bici sirvieran para algo más que para pasear y ya empiezan a llevar a sitios algo más que turísticos, pero la penetración del fenómeno de la bicicleta en la ciudad no se está llevando con criterios globales de mobilidad.
Por ello, alerto de una posible fractura social entre ciclistas, conductores y peatones, que se está empezando a ver en las calles y que, más allá de broncas ocasionales, puede derivar en algún suceso grave el día que ocurra un accidente. De esa polarización tienen mucha culpa nuestros representantes al favorecer a unos grupos y marginar a otros.
Está claro que los coches que corren van a más de 50 km/h y que son la excusa para que todos tengamos que ir a partir de ahora paso de caracol por esas calles. A 50 se va muy tranquilo por las calles, pero se corre más que las bicis y eso incomoda a algunos.
ResponderEliminar...Alguién está confundiendo "PROGRESO" con mas coches que tengan más sitio para circular a la velocidad que les convenga....me parece que no.....nos acordamos del término CALIDAD DE VIDA...?
ResponderEliminarBueno la velocidad ya esta marcada a 50 el q corre correrá tb si la ponen a 30.y calidad de vida tb es llegar pronto a los sitios o aparcar cerca de casa.
ResponderEliminarno, eso no es calidad de vida, eso es comodidad que no tiene porqué ser lo mismo.
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